Fallas en infraestructura, operación, seguridad y cultura ciudadana en Transmilenio, advierte Personería de Bogotá

  • Las mediciones revelan aspectos que deben ser tenidos en cuenta por Transmilenio para mejorar las condiciones de los pasajeros.
  • El análisis se enfocó en aspectos físicos alrededor de la prestación del servicio a poco más de 2 millones de usuarios diarios que circulan en el sistema y el acceso a estaciones y portales, circulación peatonal, abordaje de los buses y condiciones generales de comodidad y seguridad.


Bogotá, D. C., 6 de febrero de 2024 @personeriabta. Factores que dificultan el acceso de los usuarios al Sistema, incomodidad expresada en prolongados tiempos de espera para acceder a las estaciones y abordar los buses, así como alta aglomeración de usuarios a bordo de los vehículos; sumado a la presencia de ventas ambulantes alrededor de la infraestructura, al interior de las estaciones, portales y de los articulados; además de deficiencias en la implementación de estrategias que promuevan la cultura ciudadana, encontró la Personería de Bogotá en un informe de control a la operación del Sistema de Transporte Masivo Transmilenio.

El documento, finalizado en el último trimestre del año anterior, se desarrolló a partir de un ejercicio de observación y recopilación de información en el 100% de las estaciones y portales de Transmilenio, donde se procesaron y analizaron los datos que fueron contrastados con la propia Empresa.

El análisis se enfoca en aspectos físicos alrededor de la prestación del servicio a poco más de 2 millones de usuarios diarios que circulan en el Sistema y el acceso a estaciones y portales, la circulación peatonal, espera y abordaje de los buses y condiciones generales de comodidad y seguridad brindada a los pasajeros durante sus recorridos.
Falta presencia policial
El órgano de control distrital encontró que en el 25% de las estaciones no se identificó presencia de miembros de la Policía. En el 10 % de ellas ni siquiera se observó personal de vigilancia adscrito a Transmilenio. En el 63% de los portales, no se evidenció presencia policial en las respectivas plataformas ejerciendo actividades de vigilancia y control.
“En este sentido, y considerando que la seguridad de los usuarios, que diariamente requieren de este sistema de transporte masivo, es un factor clave que incide en la preferencia de este transporte público frente a otras alternativas, debe ser priorizado como un tema de articulación interinstitucional y acciones inmediatas, con el propósito de lograr una mejor cobertura en el componente troncal de la ciudad”, dijo el Personero de Bogotá, Julián Pinilla Malagón.

Problemas para ingresar a estaciones y portales

El acceso a las estaciones y portales, a través de puentes peatonales, debe garantizar el tránsito de todos los usuarios de forma adecuada, cómoda y segura. Se encontraron fallas en el 11% de los pisos o láminas de estos pasos elevados, así como deficiencias en barandas o pasamanos. Así mismo, la adecuada limpieza de estas zonas, debe ser objeto de alerta para la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos, a través de los operadores de aseo, de modo que se tomen medidas preventivas y correctivas.

El ingreso mediante pasos a nivel o cruces semafóricos se ve afectado por el mal estado del espacio público o las calzadas por donde los transeúntes deben circular. Se evidenció que en el 31 % de estas zonas existe algún tipo de falla física que pone en riesgo la seguridad de los peatones.

Así mismo, preocupa la presencia de ventas ambulantes sobre puentes peatonales, ya que en el 74% de ellos, se exponen mercancías que obstruyen en más de la mitad de los casos el normal flujo de los peatones. Igualmente, se evidenció mercancía expuesta en las barandas, ya que generan riesgo por caída desde altura y revisten la posibilidad de ocasionar accidentes.

Demoras para validar el acceso y colados

En las estaciones, la infraestructura existente para atender la compra de pasajes por parte de los usuarios funciona al 66% de su capacidad instalada. Este mismo aspecto fue objeto de validación en los portales, encontrando que el promedio de operación de las ventanillas de recarga manual, respecto del total de módulos dispuestos para esta labor, es del 65%, cifra muy similar a la obtenida, en las estaciones. Los portales más críticos en este sentido son El Dorado, Sur, 20 de Julio y Portal Norte.

Los módulos de recarga automática, que ofrecen otra alternativa para la compra de pasajes, solo operan en el 89% de las estaciones, pero en el 6% de ellas, estos dispositivos no se encontraban en funcionamiento al momento de la visita.

Igualmente, se logró evidenciar que el tiempo promedio para el ingreso a las estaciones es de 72 segundos, es decir, 1 minuto y 12 segundos. Sin embargo, se encontraron picos en algunas estaciones, donde estos tiempos son superiores, los cuales oscilan entre 8 minutos 20 segundos y 3 minutos 21 segundos.

Ahora bien, durante el ingreso a las estaciones, evidenciamos que en el 35% las personas evadieron la validación del pasaje mediante diferentes maniobras y solo en 4 estaciones, el personal de vigilancia, de apoyo o de la policía realizó algún llamado de atención, lo que confirma que el fenómeno de evasión se mantiene, sin que Transmilenio despliegue medidas de fondo que permitan erradicar esta situación, que, como se ha demostrado en otros ejercicios de prevención y control, afectan gravemente las finanzas de la ciudad.

Fallas en la cultura ciudadana y el control

Distintos factores identificados por la Personería durante el ejercicio de inspección en el interior de los buses apuntan a aspectos atribuibles a la falta de cultura ciudadana y de control por parte de los operadores.

En el 73% de los casos, los usuarios no cumplen con la premisa de “dejar salir primero es ingresar más rápido” ocasionando graves riesgos para la integridad y seguridad de los propios usuarios. En los vagones donde los viajeros deben esperar distintas rutas, en un mismo espacio, hasta que llegue la de su elección, se identificó que en el 63% de los casos, los usuarios impiden o dificultan el paso de otros pasajeros, por cuanto estos últimos deben sobrepasarlos, muchas veces a empujones, lo que genera situaciones de caos e intolerancia.

Al interior de los buses articulados existen 8 sillas azules, y 14 en los biarticulados, destinadas a población prioritaria, las cuales además de resultar insuficientes, son ocupadas por personas a las que no están destinadas. En el ejercicio de inspección se cuantificaron hasta 30 personas objeto de este derecho que no viajaban sentadas, situación que prevalece en el 44% de los buses.

“Considerando que estos hallazgos están conectados con variables como la disposición de las rutas en estaciones y portales, la frecuencia de los buses, las dimensiones de la respectiva estación o portal, el personal desplegado para el control de ingreso a los buses y la cultura ciudadana, es imperativo para Transmilenio analizar estas cifras de modo que se puedan desplegar estrategias efectivas, que mejoren la experiencia de los usuarios y se garanticen los derechos de las personas más vulnerables dentro del Sistema”, concluyó el Personero Pinilla Malagón.