- Terminado el mes de noviembre, el nivel del embalse es del 41%. La tendencia histórica indica que en marzo de 2025 llegará al 18-20%, similar a marzo de 2024.
- Diciembre, enero y febrero son los meses de menor afluencia de agua en el embalse.
- Urge conservar el nivel actual. De lo contrario será drástica la reducción de oferta y, posiblemente, mayor el racionamiento .
Bogotá, 02 de diciembre de 2024 - @personeriabta. En el marco del seguimiento al embalse de Chuza, parte fundamental del sistema Chingaza, la Personería Distrital continúa con el monitoreo satelital a su nivel.
“Estamos plenamente comprometidos con la defensa y garantía del derecho al agua de todos los bogotanos. Por ello, apoyados en imágenes satelitales de la constelación Sentinel-1 (Agencia Espacial Europea – ESA), verificamos los niveles del embalse”, afirma el personero de Bogotá, Andrés Castro Franco.
La siguiente figura muestra la distribución espacial de la superficie del cuerpo de agua del embalse en las secuencias mensuales de noviembre a marzo, entre 2021 y 2024:
En todas las secuencias, el promedio de reducción entre el nivel de noviembre y marzo del año siguiente fue del 45%. En la actualidad, el nivel está en el 41%. De mantenerse la tendencia, en marzo de 2025 podría llegar a un 18-20%, nivel similar a marzo de 2024.
Según el IDEAM, la probabilidad de presencia de eventos meteorológicos relacionados con el fenómeno de la Niña es del 57%, con intensidad esperada débil y presencia de lluvias sobre lo normal. Es decir, se esperan meses calurosos.
El monitoreo satelital hace prever que:
• Dadas las tendencias históricas, se presente una reducción drástica del nivel de volumen del embalse.
• Urge conservar el volumen de agua actual. De lo contrario, nos veremos avocados a una posible reducción de la oferta, y racionamientos más drásticos.
La Personería de Bogotá hace un llamado para que se tomen las medidas necesarias y se evite la reducción del nivel del embalse. El consumo racional del recurso, el uso de agua subterránea y la reducción significativa de las pérdidas de agua en la ciudad, que hoy se acercan al 40%, contribuyen a garantizar el abastecimiento del líquido a la ciudad.