Culminamos curso que promueve el respeto por los derechos humanos en contextos penitenciarios

La Personería de Bogotá clausuró este martes el curso ‘Fortalecimiento de los componentes jurídicos y derechos humanos’, encaminado a promover el debido ejercicio funcional en materia penitenciaria, y su incidencia en escenarios de privación de la libertad, que tuvo lugar en el Complejo Carcelario y Penitenciario con Alta y Media Seguridad de Bogotá - COBOG ‘La Picota’.


Esta capacitación - dirigida a 41 funcionarios administrativos, policías judiciales y miembros del cuerpo de custodia y vigilancia de los centros de reclusión militares de la ciudad y del COBOG ‘La Picota’-, abordó, entre otros temas, el debido proceso, el uso de la fuerza, la acción de tutela y el enfoque de género.


El curso, liderado por funcionarios de Personería la Delegada para la Defensa de los Derechos Humanos y expertos de la Clínica Jurídica del Grupo de Prisiones de la Universidad de los Andes, buscó fortalecer el respeto de los derechos de los privados de la libertad con el fin de evitar posibles arbitrariedades en los diferentes procedimientos internos, promoviendo una gestión penitenciaria con enfoque humanitario, legal y funcional.


Esta iniciativa surge como respuesta a situaciones identificadas durante el seguimiento permanente del Ministerio Público en este establecimiento, donde se han evidenciado posibles falencias que afectan el funcionamiento institucional y vulneran los derechos fundamentales de las personas privadas de la libertad.


La Personería de Bogotá reafirma su compromiso con la defensa y promoción de los derechos humanos, así como con el fortalecimiento institucional en los entornos penitenciarios. A través de estos espacios formativos se busca impactar positivamente la gestión interna y garantizar un trato digno a las personas privadas de la libertad.

Un sargento entre botas, leyes y derechos humanos


El sargento segundo Ander Vargas lleva 18 años de servicio en el arma de Infantería del Ejército Nacional. Su vida ha transcurrido entre pueblos olvidados, veredas alejadas y caminos polvorientos que ha recorrido con disciplina y compromiso, cumpliendo su labor como servidor de la patria.


A lo largo de estos años ha vivido muchas experiencias. Sin embargo, ninguna tan dura como estar lejos de su familia durante largos periodos. La distancia, el silencio del teléfono y las fechas importantes ausentes han sido parte del precio que ha pagado con honor y entrega.


Esta martes llegó puntual a la Penitenciaría La Picota -con su uniforme camuflado tipo camaleón y unas botas con embolada americana que brillaban con cada paso- a recibir el diploma que lo acredita como participante del curso ofrecido por la Personería de Bogotá.


“Es gratificante haber hecho este curso. Me permite tener una mirada diferente sobre los derechos humanos del ciudadano que se encuentra recluido en una penitenciaría. Me siento muy feliz”, afirmó.
Hoy, este sargento no solo lleva en sus botas el polvo del camino, sino también la convicción de que la dignidad humana no tiene uniforme ni rejas que la limiten.

Modificado por última vez en Mar, 08 de Abr de 2025