Bogotá, 25 de junio de 2025. Durante visitas sorpresa de inspección a las unidades de urgencias de los hospitales de Kennedy, Meissen, Santa Clara y Suba, a finales de mayo pasado, la Personería de Bogotá encontró tiempos prolongados en la estancia de pacientes, falta de disponibilidad de camas en hospitalización y sobreocupación de los servicios, entre otros.

El tiempo promedio entre la llegada y la atención médica inicial a los pacientes catalogados en TRIAGE II fue de aproximadamente 1 hora y 43 minutos, lo que supera el tiempo estándar establecido por la normatividad vigente (máximo de 30 minutos). En las unidades de servicios de salud de Suba y Kennedy, en particular, los tiempos fueron de 1 hora 51 minutos y 1 hora 31 minutos, respectivamente.

Estas demoras representan un riesgo grave para la salud y la vida de las personas con condiciones prioritarias que requieren atención urgente.

Asimismo, se comprobó que en los cuatro centros asistenciales había 205 pacientes que llevaban más de 24 horas en el servicio de urgencias y no habían sido trasladados a hospitalización, egresados o remitidos a otros centros hospitalarios. En Kennedy, 87; en Santa Clara, 62; en Meissen, 35 y en Suba, 21 usuarios.

Del total de pacientes, 31 permanecían en silla y 174 en camilla. Esto demuestra una alta ocupación del servicio, con un número significativo de usuarios en condiciones no previstas para estancias prolongadas, como es el caso de quienes permanecían en silla.

De acuerdo con el personal asistencial en los hospitales visitados, los motivos de permanencia mayor a 24 horas se debían a falta de disponibilidad de camas, sobreocupación de servicios, espera de traslados entre sedes de la Subred y necesidad de atención especializada en salud mental, sin disponibilidad inmediata de ubicación.

En tres de los cuatro hospitales públicos visitados se encontraba el talento humano programado para el turno nocturno del servicio de urgencias.  Incluso, el de Meissen reportó una presencia superior a la programada en todas las categorías evaluadas, alcanzando un 112,82%, pues puso en marcha una estrategia de contingencia para afrontar el pico respiratorio pediátrico que se presentaba en el momento de la verificación de los servicios.

En el Hospital de Kennedy se observó una reducción en el número de auxiliares de enfermería presentes respecto a los programados (92%).

En promedio, la ocupación para adultos en las unidades de servicio de sald visitadas fue del 127,17% y la pediátrica, del 168,5%, lo que indica que, en general, los servicios de urgencias están operando por encima de su capacidad instalada.