Se desplomó la casa de los profesores en Sumapaz

· Personería inició indagación preliminar.
· Además, el servicio de educación a niños y personas en condición de discapacidad se encuentra restringido. 
· De otra parte, habitantes afirman que el Hospital de Nazareth está siendo desmantelado.

Pese a las advertencias de la Personería de Bogotá al Distrito con relación al riesgo de colapso de la casa que sirve de vivienda para 12 profesores del Colegio Jaime Garzón, en Nazareth, en la localidad de Sumapaz, la edificación se desplomó sin que se realizara ninguna obra para evitarlo.

El Instituto Distrital de Gestión de Riesgo y Cambio Climático (Idiger) había informado desde 2012 a la Secretaría de Educación y a la Alcaldía Local del hecho, sin embargo no se llevó a cabo ninguna acción concreta para evitar el colapso de la casa.

De acuerdo con la comunidad, por fortuna no ocurrió una tragedia mayor, pues el primer sector de la vivienda que se cayó es el de la cocina, pero la advertencia de no habitar el predio, realizada desde 2014, tendrá que ser acatada esta vez de inmediato.

El 18 de agosto pasado la Personería envió a la Secretaría de Educación la última advertencia y cuatro días después, en la primera visita de un titular del Ministerio Público Distrital a Sumapaz, la personera Carmen Teresa Castañeda Villamizar verificó la situación, escuchó a la comunidad y pidió una intervención urgente.

La vivienda queda a menos de un kilómetro del colegio, lo que facilita a los educadores cumplir con su deber. Para dictar clases en los establecimientos educativos de la localidad es indispensable que los educadores vivan allí, pues su traslado diario implicaría recorridos de hasta cuatro horas para llegar al colegio, el mismo tiempo que se requiere para salir de allí.

Más problemas

La comunidad educativa del colegio Jaime Garzón denunció, además, que la Secretaría de Educación les ordenó no atender a los menores de tres años, pese a que la institución tiene la capacidad física y humana para hacerlo. Según la queja, los niños serán atendidos por la Secretaría de Integración Social sólo en uno o dos días de la semana.

Mientras tanto, cerca de 30 alumnos, con alguna deficiencia cognitiva (dos de ellos con serios problemas auditivos) únicamente tienen una profesora intérprete, pero ningún programa especial para las personas en condición de discapacidad.

También los alumnos del colegio Jaime Garzón han tenido que pasar varios meses sin recibir almuerzo (alimentos calientes), al punto que tuvieron que recortar la jornada estudiantil, denunciaron los padres de familia.

Salud

En el tema de salud, Santiago Pacheco, corregidor de la vereda Nazaret, denunció que la comunidad está preocupada porque el único hospital rural está siendo desmantelado y sus servicios recortados paulatinamente. Él explicó que el Distrito unió los hospitales del sector en un solo, sin tener en cuenta que con la medida suprime el único rural.

Indicó que recogían a los usuarios en las veredas en camionetas y los llevaban al Hospital para que fueran atendidos, pero desde hace un mes se acabó el servicio. Hay semanas en que no hay médico en veredas tan lejanas como San José o el corregimiento de San Juan que queda llegando al departamento del Meta. Desde allí se requieren tres o cuatro horas en vehículo para llegar a recibir una atención que el hospital rural no puede brindar.

“Precisamente en Nazaret había una unidad de odontología y la sacaron con la disculpa de que iban a traer una nueva, pero nunca la regresaron”, agregó el Corregidor. Ahora les toca con una unidad portátil que no es la adecuada para un buen servicio. También en el sector de Nazaret existe un centro siquiátrico, Ecoterápia, con cien pacientes a los que les recortaron la ración alimenticia.

Entre tanto, los profesores se quejaron de no ser atendidos en Nazaret por falta de un convenio entre el Distrito y la EPS de los educadores. El problema es grave, pues un docente tiene que tomarse tres días para que lo atiendan en una cita médica. Un día para viajar a la zona urbana, en el siguiente lo atienten (si tiene suerte) y al tercero para regresar a Sumapaz. Con la situación los más perjudicados son los alumnos que pierden hasta una semana de clase.