Radar meteorológico de $3.000 millones fuera de servicio Destacado

  • Equipo fue adquirido para ayudar a prevenir emergencias por fenómenos climáticos.
  • Personería iniciará actuación disciplinaria y enviará copia a la Fiscalía.
  • Distrito ni siquiera tenía claro dónde instalarlo, ni quién lo manejaría.
  • El aparato funciona, pero no opera. Pese a ello y sin cuentas claras, el Idiger lo recibió a satisfacción y liquidó el contrato.

La Personería de Bogotá determinó que el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger), pagó $2.940 millones por la compra y puesta en servicio de un radar meteorológico Doppler, pese a que no opera.

De acuerdo con el informe, no sólo el Idiger recibió el aparato a satisfacción en febrero de 2016, sin ser puesto al servicio, sino que liquidó el contrato sin tener claras las cuentas con el contratista.

Inclusive, el Instituto tuvo que hacer prórrogas al contrato porque no tenía claro el sitio para instalarlo y no previó capacitar personal para el manejo y uso de la información del radar.

El aparato fue comprado para ayudar a prevenir emergencias por fenómenos climáticos. Servirá para monitorear en tiempo real la generación y desplazamiento de nubes, tormentas eléctricas, granizadas, hacer seguimiento a incendios forestales, apoyar el pronóstico del tiempo y verificar la dispersión de contaminantes atmosféricos. En resumen, brindará información para tomar decisiones oportunas ante eventos adversos que afecten a los capitalinos.

Según el Idiger, el Radar si opera en la Fase I (dicen que son tres). No obstante, el contrato, ya liquidado, no establece ninguna fase, sino su puesta en servicio para beneficio de la ciudad, situación que aún no ha ocurrido.

Sin planeación

En 2014 el Idiger adjudicó una licitación en la que el contratista se compromete a entregar, instalar y poner en servicio un sistema de radar meteorológico Doppler, de doble polarización en banda X, para el fortalecimiento de la gestión de riesgos y cambio climático en el Distrito. El plazo era de ocho meses.

Uno de los primeros tropiezos fue la demora en definir el sitio de ubicación del radar, ante la ausencia de planeación y la escasa previsión del Idiger. El Instituto asignó al contratista obligaciones inherentes al Distrito, como la definición del lugar de instalación del radar; es más: tenía  un estudio técnico en el que contempló unos sitios para ser colocado. Sin embargo, los análisis resultaron no ser óptimos, desvirtuando la tecnicidad de ellos. De esa forma, las demoras en decidir el sitio generaron dos prórrogas que el contratista asoció a situaciones ajenas a su labor.

Sin IVA

Aún después de liquidado el contrato, al parecer el Instituto no tiene claridad sobre si el radar y todos sus elementos adquiridos están exentos del impuesto del IVA.

El Idiger estableció que el contratista debía tramitar las exclusiones de IVA necesarias para el radar banda X y sus accesorios. No obstante, a pesar de que el Distrito canceló el 95% del valor del contrato, actualmente no se ha reintegrado el impuesto, por la adquisición de equipos exentos del gravamen.

¿Quién lo opera?

En diciembre de 2015, el Distrito anunció la inauguración del centro de monitoreo de riesgos y cambio climático de Bogotá. El radar fue instalado, pero no puesto en servicio como lo establece el contrato.

Según las pruebas, el equipo funciona pero no está en servicio y para hacerlo requiere calibrar y compatibilizar la información con otras entidades; aun así, fue recibido a satisfacción.

Para completar, el Idiger no cuenta con personal idóneo para el manejo, obtención, procesamiento y uso de la información obtenida del radar. Si bien se contempló en las obligaciones del contratista la capacitación a funcionarios, no se evidencia en actas ni informes que se haya cumplido dicha obligación.

Otro punto que preocupa es la responsabilidad en el mantenimiento del radar posterior a la liquidación del contrato, pues a la fecha si bien está instalado, no se sabe cada cuánto se debe hacer el mantenimiento y en caso de requerirse alguna reparación cuál es el procedimiento a seguir.

Pese a todas estas inconsistencias, el Instituto liquidó el contrato en septiembre del presente año y el aparato instalado completó casi un año sin ponerse en servicio. La Personería iniciará una actuación disciplinaria para determinar los responsables de estos hechos y remitirá copia a la Fiscalía General de la Nación. 

Modificado por última vez en Jue, 20 de Jun de 2019