La personera de Bogotá, Carmen Teresa Castañeda Villamizar, reveló una alarmante situación de inseguridad en la Capital, expresado en cinco problemas: altos índices de delitos que impactan la convivencia ciudadana, disminución del número real de policías patrullando las calles, llegada de migrantes venezolanos y desplazados del conflicto, y la escasa acción y articulación entre el Distrito, fuerza pública y comunidad.
De acuerdo con datos de la Policía cotejados con la Fiscalía, en Bogotá hubo un incremento del 51,2% en hurtos. Se pasó de 43.876 robos, entre enero y agosto de 2017, a 66.365; en igual periodo de 2018, se registraron 22.489 casos más. Cada 5 minutos una persona sufre este flagelo.
El robo a residencias tiene reportados 7.480 casos, entre enero y septiembre de este año. En Suba son hurtados casi 4 hogares diariamente. El robo de automotores alcanza 2.731 casos reportados; en Kennedy, diariamente, 2 vehículos y 2 motos son hurtados. En Suba se presentaron 901 casos de hurto a bicicletas, a septiembre de 2018; en Engativá, 846; en Kennedy 731, y en Usaquén, 605: Casi 22 bicicletas al día en toda la Ciudad.
Homicidios, riñas y violencia intrafamiliar
Si bien la Administración informó de una reducción en el número de homicidios, en Kennedy se aumentó en un 19,78%; en Los Mártires, 22,86%; Antonio Nariño 20%, y en Ciudad Bolívar 17,65% de enero a septiembre de 2018, en relación con 2017. En Ciudad Bolívar, cuya población es similar a la de un país como Montenegro, unos 650 mil habitantes, se han presentado 180 homicidios en lo que va de 2018, lo que representa una tasa de 26,35 por cada 100.000 habitantes, 2 puntos por encima del promedio del país en 2017; es decir, cada día se presentan 1,5 homicidios.
Entre enero y septiembre de 2018, en violencia intrafamiliar se han reportado 22.088 casos, es decir 81 casos diarios. Por su parte, el Número Único de Seguridad y Emergencias reportó en ese periodo 359.989 riñas, es decir cada minuto se presenta una, y cada 18 un caso de violencia intrafamiliar.
Menos policías
La Policía Metropolitana informó en agosto de este año que contaba con 17.225 uniformados, lo cual implica 1.062 policías menos que en noviembre de 2017, fecha en la cual se anunciaron 700 efectivos adicionales; en marzo de 2018 se habló de la incorporación de más de 1.800 policías, pero eso no se cumplió.
De los 17.225 policías, 8.092 están en las localidades y 5.782 se encuentran asignados al modelo de vigilancia por cuadrante, 183 menos que a noviembre de 2017. Si se dividen en 3 jornadas de operación diaria en las calles, hay 1.927 policías. Si este número se divide en los 1.051 cuadrantes que tiene Bogotá, se estaría hablando de 1,8 policías por cuadrante, algunos de los cuales tienen una dimensión de 46 hectáreas. Hay cuadrantes sin patrullaje y una patrulla por turno para cinco cuadrantes.
¿Estrategias de control?
Para la Personería existen normas sobre el tema de seguridad, pero ¿hay estrategias para hacerlas cumplir? En diciembre de 2017, el Gobierno nacional expidió el Decreto 2268, con el cual se restringió el porte de armas de fuego. En octubre de 2018, el Distrito expidió el Decreto 599 que restringe la compra y venta de armas blancas, algo que ya consagraban el Código de Policía de Bogotá de 2003 y el Acuerdo 517 de 2012.
Si el marco normativo existe, cabe preguntarse si el problema ha sido la ausencia de estrategias operativas de reacción y control preventivo, porque sólo en hurtos a personas, en lo corrido de 2018, van 66.365 casos, de los cuales 20.156 fueron perpetrados con armas blancas o contundentes y 6.526 con armas de fuego. En materia de homicidios, de los 762 casos de 2018, 344 fueron cometidos con arma blanca y 382 con arma de fuego.
Según el Acuerdo 397 de 2009, Bogotá tiene la obligación de efectuar un censo de establecimientos dedicados a la comercialización de autopartes usadas. Una efectiva verificación unida a actividades de control preventivo, podrían desalentar la venta de autopartes hurtadas y reducir los índices del hurto a vehículos y motocicletas, que este año suman 2.731 casos para automotores y 3.008 para motos.
En materia de hurto a celulares, desde 2015 el Gobierno nacional dispuso la verificación del número IMEI de los móviles, con el propósito de dejar en desuso aquellos equipos que resultaran alterados, medida dispuesta en la Ley 1453 de 2011. Sin embargo, los objetivos aún no parecen materializarse pues en Bogotá, de enero a septiembre de 2018, se presentaron 46.722 hurtos a celulares, 57,2% más que en 2017. En Usaquén el delito aumentó en 105% y en Chapinero, 126%.
Con el nuevo Código de Policía, la Policía impuso más de 14.000 comparendos en temas de consumo de drogas, porte de armas, invasión del espacio público y evasión del pago de transporte público, entre otros. No obstante, pareciera que las medidas aún no desalientan esos comportamientos, pues continúan cometiéndose.
Para la Personería es urgente el fortalecimiento y articulación entre la Policía y la Administración distrital, a fin de que se planeen acciones conjuntas más contundentes, y se ejecuten estrategias orientadas a superar el fenómeno de inseguridad.
Participación y migrantes
Sobre este tema, hay comités de seguridad, convivencia y orden público distritales y locales; consejos y planes, así como 1.709 juntas de acción comunal que se dedican a promover y realizar acciones para mejorar la seguridad. Además, existen juntas zonales de seguridad pero, luego de una revisión pormenorizada, se determinó que este año en cinco localidades no se han reunido y en las demás muy pocas veces lo hacen.
La Personería también detectó dificultades en el proceso de denuncia, que limitan la acción efectiva de las autoridades. Sobre este aspecto cabe resaltar la creación de la herramienta electrónica “A denunciar”, medida de la cual se espera que permita eliminar de alguna forma las barreras existentes para el cumplimiento de ese propósito.
Otros dos factores que presentan ausencia de atención oportuna y complican la situación de seguridad, son el desplazamiento por el conflicto interno y la situación de los migrantes venezolanos que buscan refugio y trabajo.
Por todo lo anterior, la Personería exhortó a las secretarías de Seguridad y Gobierno a cumplir con el debido seguimiento a las acciones que deben adelantar los alcaldes locales, haciendo uso de las medidas normativas de participación para enfrentar la inseguridad en la Ciudad, pues el compromiso no recae únicamente en la fuerza pública; ésta es una labor a la que todas y todos nos encontramos vinculados.
Una indagación preliminar sería abierta por la Personería de Bogotá contra servidores públicos de Transmilenio, por posibles irregularidades detectadas en los procesos de licitación para el suministro de buses y operación de las Fases I y II de ese sistema de transporte masivo.
El órgano de control había presentado 50 observaciones generales cuya atención se está revisando, pero se determinó en principio que, para la adquisición de los buses articulados, se dio prioridad al tema económico sobre el ambiental.
De otra parte, se busca precisar si los buses biarticulados, que equivalen al 70% de la flota licitada, fueron adquiridos sin tener en cuenta que la mayor parte de las 138 estaciones del sistema no cuentan con las adecuaciones necesarias para ese tipo de automotores.
Finalmente, la Personería determinó que existen interrogantes sobre factores como la sostenibilidad financiera, tecnología de los motores, infraestructura para el suministro de combustible, disposición de sillas perimetrales, estado de los patios del sistema, empalme de los operadores, adecuación de estaciones para los biarticulados y procesos de contratación independientes del suministro de buses y su operación.
Con éxito se desarrolló en la sede central de la Personería de Bogotá la Segunda Mesa de Trabajo de Plan Navidad San Victorino 2018, que vienen coordinando conjuntamente los vendedores informales del sector, la Alcaldía Local de Santa Fe, la Secretaría de Desarrollo Económico, el Instituto para la Economía Social (IPES), la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia, y la Policía Nacional.
La Feria Navideña, cuya organización está entrando a su etapa final, se llevará a cabo el presente año desde el 1 hasta el 30 de diciembre en tres puntos estratégicos: Manzana 22, ubicado en el sector de la Calle 10 con Carrera 11; Bulevar Caracas, en la Calle 13 con Avenida Caracas, y en el Parque Nacional, ubicado en la Carrera 7 entre Calles 36 y 39.
Entre los aspectos ya definidos, se tiene que cada puesto de ventas tendrá un costo de $791.100, de los cuales el IPES cancelará $474.600 y el vendedor informal, $316.500, que podrá pagar en dos cuotas: una el 30 de octubre y la restante el 30 de noviembre.
El IPES anunció que la Corporación Minuto de Dios podrá asignar préstamos a los comerciantes interesados, con el propósito no sólo de ayudarles a adquirir las mercancías para surtir sus puestos de venta, sino para cubrir los gastos que implica el montaje del negocio.
La Personera de Bogotá, Carmen Teresa Castañeda Villamizar, agradeció al IPES y a las demás entidades el trato diferencial preferencial a las mujeres que participarán como vendedoras en la Feria, pues para nadie es secreto que muchas de ellas son cabeza de hogar y perciben ingresos considerablemente inferiores a los de comerciantes hombres.
La Mesa informó que la Feria Navideña 2018 contará con alrededor de 600 puestos de venta, que podrían extenderse a 700 de acuerdo con la demanda que de ellos llegue a presentarse.
La Personería de Bogotá presentó una acción popular ante el Juzgado Décimo Administrativo Oral del Circuito, para solicitar que ordene el cierre definitivo de establecimientos de comercio de alto impacto como discotecas, bares, tabernas, clubes sociales y otros, que operan en la zona residencial de Modelia en la localidad de Fontibón, y se protejan así los derechos colectivos de los habitantes del sector.
El Ministerio Público Distrital busca garantizar de manera efectiva los derechos a un ambiente sano, el disfrute del espacio público, seguridad, salubridad y calidad de vida de los habitantes del sector, que se ven afectados por el funcionamiento irregular de establecimientos de comercio de alto impacto, en una zona exclusivamente residencial.
El Plan de Ordenamiento Territorial (POT), Decreto 190 de 2004, que determinó el uso del suelo, estableció la UPZ del barrio Modelia como residencial y prohibió el desarrollo de actividades de alto impacto.
Según las normas, Modelia tiene como usos permitidos la vivienda unifamiliar, bifamiliar y multifamiliar. Como uso complementario está el comercio vecinal y local; es decir, actividades económicas limitadas y equipamentos de cultura, educación y bienestar social, no negocios de alto impacto. Después el nuevo POT, Decreto 364 de 2013, que permitía el comercio en la zona, fue suspendido provisionalmente por el Consejo de Estado; en otras palabras, no está vigente.
El caos
Los residentes explican que tienen que soportar día y noche el exceso de ruido, las riñas de los borrachos, ocupación del espacio público, vehículos parqueados en sus andenes o frente a sus casas, venta de estupefacientes y licor adulterado, prostitución e insalubridad.
De otro lado, existe inconformidad por la presunta vulneración de las normas de edificabilidad para la zona con la construcción de un mayor número de pisos a los permitidos, así como la invasión del espacio público con la construcción en antejardines
para extender el área comercial a los andenes a través de camellones, materas y toldos. Así como la posible existencia de centros de masajes y spa como casas de lenocinio, según los vecinos.
De acuerdo con la Alcaldía de Fontibón, en la zona hay 93 negocios de alto impacto ubicados entre las Carreras 75 y 80C, y entre la Avenida La Esperanza (Calle 24) y la Calle 24D. La Alcaldía Local tramita 93 procesos administrativos contra los establecimientos del sector por incumplir las normas del uso del suelo, ruido, horario, ubicación y destinación. No obstante, sólo ha ordenado 31 cierres definitivos, muchos de ellos pendientes de la materialización de la medida.
Cierres y demoliciones
La Personería solicita que se decrete la ilegalidad de la explotación de servicios de alto impacto, de diversión y esparcimiento en la zona y se ordene su cierre definitivo, que, en contravía de las normas, modificó las características urbanísticas del sector y el uso del suelo.
Además, se ordene la demolición o desmonte de los antejardines construidos como la extensión del área comercial a los andenes de los establecimientos, por la invasión y violación al espacio público.
Finalmente, se conmine a las autoridades administrativas distritales, locales y de Policía, para que en adelante realicen las acciones tendientes a evitar la proliferación de actividades alto impacto; para ello, pidió que se realicen los operativos necesarios para determinar el grado de afectación y se apliquen las sanciones a que haya lugar.
La Personería de Bogotá, en primera instancia, suspendió del ejercicio de su cargo por once meses, a José Enrique Pérez Hurtado, profesor del colegio distrital Instituto Técnico Laureano Gómez por maltrato físico y verbal contra alumnos de su clase de informática.
Según la investigación, el 3 de septiembre de 2013 el docente encontró a dos de sus alumnos de cuarto de primaria jugando en el computador de clase, en el salón de informática. Ante la situación, el profesor tomó por el cuello de forma agresiva a los dos estudiantes, los sacó de la silla, los tiró al suelo junto con sus maletas y, después de gritarlos, los envió a la Rectoría.
El ente de control consideró que el docente debía ser sancionado disciplinariamente por faltarle al respeto a sus alumnos con el maltrato físico y verbal al que los sometió, conducta inadecuada en la relación que se espera entre profesor y alumno. La falta fue calificada como grave a título de dolo; es decir, que, pese a conocer el docente el carácter dañino de su conducta, la realizó en forma deliberada.
Contra la decisión procede el recurso de apelación, el cual será resuelto por la Personera de Bogotá en segunda instancia.
La Personería de Bogotá, a través de su Centro de Conciliación, realizó la Tercera Jornada Especial de Uniones Maritales de Hecho, en la que logró hacer realidad el anhelo de 58 parejas de unirse conforme a la ley.
La jornada permitió facilitar la legalización de su unión a parejas que, sin estar casadas, formaban una comunidad de vida permanente y no tenían impedimento para formalizar su unión.
La jornada se llevó a cabo en ocho puntos de la Ciudad, incluido el Centro de Atención a la Comunidad, supercades, casas de justicia y SAU (Salas de Atención al Usuario de la Fiscalía) de Suba. Entre las parejas se contó una de personas en condición de desplazamiento, una de extranjeros y dos integradas por adultos mayores.
La legalización de la unión es un acto que permite acceder a la normatividad que regula la protección de la mujer y la familia, y brinda a los cónyuges los mismos derechos y privilegios que se otorgan a las parejas de casados. También confiere derechos como el de la pensión de sustitución por vejez, invalidez o muerte; alimentos, salud y acceso a la protección por violencia intrafamiliar, entre otros.
Para agilizar el proceso, se recibieron solicitudes en todas las sedes de la Personería y solamente se exigieron los registros civiles con fecha de expedición no superior a tres meses y nota marginal para matrimonio, y fotocopias de las cédulas.
El órgano de control anunció que la cuarta y última jornada de legalización de uniones maritales de hecho, se realizará en el mes de diciembre en fecha que dará a conocer oportunamente.
La muerte dos jóvenes este año, sinnúmero de intentos de evasión, armas blancas y droga en el Centro de Atención Especializada El Redentor, son parte de los hechos que muestran el caos y la problemática del sistema de responsabilidad penal para adolescentes, reveló la Personera de Bogotá, Carmen Teresa Castañeda Villamizar.
Según un informe del Ministerio Público Distrital, si una persona que hoy tiene 25 ó 30 años es sancionada por un delito que cometió cuando tenía entre 14 y 18 años, la norma obliga a que la privación de la libertad por ese hecho se realice en un centro para adolescentes y no en un centro penitenciario para adultos. Incluso algunas personas que han estado en cárceles para mayores por otro delito son trasladadas a El Redentor cuando se dan cuenta de que tiene una sanción anterior por hechos cometidos cuando era adolescente.
Esa situación permite que convivan personas adultas involucradas en gravísimos crímenes, con adolescentes en algunos casos acusados de infracciones menores, lo que genera una ruptura en el proceso formativo al que los jóvenes deberían incorporarse, situación que va en contravía del propósito teórico de proteger, educar y restaurar.
La Personería encontró que los adolescentes tienen fácil acceso a armas cortopunzantes y a sustancias psicoactivas, debido a la falta de control del personal encargado de la vigilancia, lo que hace reiterativos los episodios de amotinamientos y evasiones en los que muchas veces se presentan violaciones a los Derechos Humanos, como los casos de quienes han perdido la vida en riñas, o el de una persona que murió por inhalación del químico de un extintor, al parecer para drogarse.
Para completar existe un grave vacío legal, pues no existe un código de procedimiento para adolescentes infractores; los jueces tienen que acudir al Código de Procedimiento Penal que se aplica a los mayores de edad.
Durante 2018, la Personería ha enviado cerca de 20 comunicaciones a las autoridades competentes para exponer la problemática que se viene presentando en los centros de atención especializada, a fin de que se cumpla el fin educativo de la privación de la libertad establecido en las normas, pero aún no ha obtenido una respuesta clara y contundente. Incluso desde 2017 se viene alertando a las autoridades nacionales y distritales, sin que se tenga eco de ninguna de ellas.
Este tipo de situaciones evidencia la inexistencia de una política pública integral para el manejo del proceso restaurativo de los infractores, que se suma a la imposición de un modelo pedagógico arcaico ante la realidad que enfrentan los jóvenes hoy.
Salud y educación
Se observaron problemas de salud mental y un alto consumo de sustancias psicoactivas por parte de los adolescentes infractores, sin que se les esté brindando una atención especializada que permita una rehabilitación eficaz. No hay un protocolo para la atención en salud que dé respuesta a las necesidades de esa población; todo queda a la buena voluntad de alguna EPS.
Por otra parte, el modelo educativo implementado presenta falencias; los encargados de impartir pedagogía tienen la educación, pero carecen de experiencia y se ven obligados a ejercer actividades de vigilancia que no hacen parte de sus funciones ni de su fortaleza.
Procedimientos, logística y personal
Los operadores del servicio en los centros especializados desconocen los procedimientos que deben aplicarse en el manejo de la cadena de custodia; tampoco conocen sus responsabilidades cuando proceden a la incautación de estupefacientes, armas cortopunzantes y elementos no permitidos.
Existe falta de logística y de personal de la Policía de Infancia y Adolescencia para impedir evasiones y realizar los traslados que los privados de la libertad necesitan para cumplir citas médicas y audiencias ante los jueces. En muchos casos, los infractores son trasladados a pie desde el centro preventorio hasta el centro de internamiento, vulnerando la reserva de sus identidades.
Así mismo, hay pocos funcionarios de la Policía Judicial para evacuar los procesos del sistema penal adolescente, por lo que se presentan represamientos en los despachos. Tampoco hay suficiente personal de la Procuraduría General de la Nación y de la Defensoría del Pueblo, para cubrir las audiencias de control de garantías.
Responsables
El Ministerio Público Distrital exhortó al Ministerio de Justicia para que proponga una ley en la que los infractores que adquieren la mayoría de edad cumplan su sanción en centros penitenciarios para adultos, y no en lugares para adolescentes.
Así mismo, instó al ICBF a revisar el modelo pedagógico de atención, para que se ajuste a perfiles adecuados a las realidades de los jóvenes y en garantía de sus derechos. Hizo también un llamado a implementar una estrategia de seguridad para mejorar la convivencia de los infractores y prevenir episodios fatales. Además, solicitó que se contrate personal de vigilancia y se revalúe el perfil profesional del educador.
Finalmente, pidió agilidad en la implementación de los protocolos de atención especializada en salud física y mental, y recomendó a las autoridades realizar una veeduría exhaustiva a las obligaciones contractuales de los operadores del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes.
Más de 400 funcionarios de la Personería de Bogotá, con el acompañamiento y apoyo de la autoridad ambiental, realizarán la “Gran Siembratón 20/20”, en forma simultánea en las 20 localidades de la Ciudad, el próximo sábado 20 de octubre a partir de las 10 de la mañana.
Más de 1.000 árboles serán sembrados junto con la Secretaría de Ambiente y el Jardín Botánico. De las 16 especies, las que más se plantarán son: roble, chicalá, pino romerón y guayacán de Manizales, cedro, siete cueros, carbonero rojo, buganviles, entre otros.
“La jornada busca dejar unas semillas de vida, que permitan oxigenar la Ciudad y contribuir a la recuperación del medio ambiente capitalino”, dijo la Personera de Bogotá, Carmen Teresa Castañeda Villamizar.
A cada localidad serán asignados funcionarios de la Personería, quienes previamente han contado con la autorización y apoyo de los alcaldes y los referentes ambientales del Distrito, con el fin de establecer el sitio, especie y cantidad de árboles permitidos, de acuerdo con la ubicación en la Ciudad.
Para acompañar la jornada se recuerda no llevar plantas ni árboles, pues sólo habrá siembra en los lugares autorizados previamente y de las especies que reúnen las características técnicas avaladas por las autoridades ambientales.
La Personería de Bogotá, en primera instancia, destituyó e inhabilitó por 10 años a William Guillermo Jiménez Agudelo, rector de un colegio distrital de la localidad de Bosa, por acoso sexual contra una alumna menor de edad de octavo grado.
Según una investigación del órgano de control, el funcionario, abusando de su calidad de directivo y valiéndose de su superioridad y autoridad, le ofreció dinero a la estudiante y manoseó sus partes íntimas.
El caso se presentó a comienzos de 2014, cuando la niña pidió al rector el cambio de curso a otro del igual nivel, situación que el funcionario aprovechó para acercarse a la alumna y empezar el acoso sexual.
De acuerdo con la investigación, el rector sacó de clases en varias ocasiones a la joven para llevarla a su oficina, con la disculpa de realizar el trámite de la firma de su traslado de curso. Durante esas ‘reuniones' le hizo tocamiento y le dio dinero para las onces, hasta que la menor decidió presentar la queja en la Coordinación del Colegio y ante las autoridades, con la ayuda de su progenitora.
Por estos hechos el rector fue vinculado a una investigación penal y fue trasladado a la Dirección Local de Educación de Bosa (DILE).
El fallo de la Personería podrá ser apelado por el directivo docente, ante la personera de Bogotá.
La Personería de Bogotá revisó la situación de 338 parques de bolsillo de los 1.601 registrados por las autoridades distritales, determinando que 178 no tienen contrato vigente para su mantenimiento, no hay un inventario actualizado del número de ellos, ni de su estado y en muchos casos se desconoce el uso que se les está dando.
La falta de inventario de los parques de bolsillo (áreas libres inferiores a 1.000 metros cuadrados destinadas para la recreación), impide elaborar una planeación seria para su mantenimiento e inversión.
Estado real
De los 178 parques sin contrato, 47 están sin delimitación o señalización que los identifique como espacios públicos destinados para la recreación, 49 parques tienen el mobiliario en muy mal estado, 16 están siendo usados como parqueaderos de vehículos por parte de particulares y 5 se encuentran bajo cerramiento o controles de acceso, convirtiéndolos en parques privados.
Otros 61 parques presentan un acelerado deterioro, de ellos, 49 tienen el mobiliario en un muy mal estado, en muchos casos, convirtiéndose en sitios inseguros, que son usados para el consumo de estupefacientes.
No saben cuántos hay
El inventario de parques del Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) no está actualizado ni coincide con el registro que tienen los Fondos de Desarrollo Local. Tampoco concuerdan, en algunos casos, las direcciones, áreas y su estado, lo que impide hacer un seguimiento riguroso de sus necesidades.
Se requiere la reclasificación del uso de estos espacios, toda vez que están ubicados en senderos peatonales, en frentes de viviendas, donde son usados para el ingreso de vehículos y presentan interrupción en las zonas verdes por la construcción de espacios con otros fines.
Presupuesto
El Ministerio Público Distrital evidenció falta de planeación por parte de las alcaldías locales para la priorización del mantenimiento de los parques, pues no hay coherencia entre los diagnósticos y sus necesidades. La falta de planeación hace que los recursos se destinen en su gran mayoría a la construcción de parques nuevos, dejando sin recursos el mantenimiento de los existentes intervenidos en vigencias anteriores.
Existe un presupuesto de $279.820 millones para la vigencia 2017-2020, para el mantenimiento de los parques, de los cuales sólo se ha usado el 25,8%, es decir, $72.278 millones.
De acuerdo con los hallazgos encontrados, en los 19 fondos de desarrollo local del Distrito se inició una indagación preliminar para determinar a los posibles responsables del descuido en el manejo de estos espacios de recreación.